Juan Manuel de Faramiñán Gilbert

Una filosofía práctica para nuestro tiempo.

Salir del laberinto en el siglo XXI a la luz de la sabiduría

…un momento importante fue aquel en el que me reuní, en el “viejo puerto” de la ciudad de los foceos, con los manuscritos de Nanim Arafed, mi alter ego, y compartí reflexiones con su contraparte Aarón de Marsella bajo un imaginario armilar que nos situaba, como por encanto, en el centro del universo…
Quizás, la vida no sea más que una búsqueda en la que vamos escudriñando los intricados laberintos que nos llevan al Ser que habita en nosotros.
En cada uno de estos tres volúmenes podrán los lectores encontrar motivos de reflexión. El primero, el “Ascenso a la montaña”, intenta desbrozar el modo por medio del cual podamos apresar ciertas claves de comprensión de quiénes somos y hacia dónde vamos. El segundo, “El regreso al valle”, plantea el descenso de la montaña, es decir, el regreso a la sociedad y al servicio de la misma por aquellos que fueron capaces de encontrar las raíces de su propia libertad como seres humanos y que, en lugar de regodearse en su felicidad, desean comunicar lo sabido al resto de sus congéneres. Finalmente, el tercero, “Sobre el filo de la navaja”, intenta brindar los elementos de fortaleza necesarios para que “en el valle no olvidemos lo que conocimos en la montaña” y que con estos instrumentos podamos mantener nuestra independencia en un mundo confuso y constreñido por la incertidumbre.

Juan Manuel de Faramiñán

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 Sobre la experiencia y el misterio de la vida después de la muerte

Si existe una realidad inconmovible en la vida de los seres humanos es la del inevitable encuentro con la muerte. La sugestiva imagen que nos brindó el cineasta sueco Ing mar Bergman en su fascinante película El Séptimo Sello, en la que un caballero cruzado, Antonius Block, departía al ajedrez con la Parca, nos planteaba el juego de los símbolos con magistral capacidad; es decir, las ideas que se mue ven en relación con la muerte, entre lo aleatorio y el de ter mi nis mo. También, Albert Málare, pintor sueco medieval, refleja la misma escena en
los muros de la iglesia de Täby en la diócesis de Estocolmo, como queriendo recordarnos el juego permanente de la vida y de la muerte.

Al igual que en el juego del ajedrez, las fichas que nos tocan en suerte pueden ser las blancas o las negras y el destino del juego dependerá de la habilidad con la que sepamos moverlas. El desplazamiento de las figuras de terminará el decurso de la partida como consecuencia del enlace que se produce entre el libre albedrío del jugador, que decide sus movimientos, y el determinismo de estos movimientos, que van generando y condicionando el destino final del envite.

Se trata de algo similar a lo que en Oriente se explica a través del término sánscrito Karma, que refleja la existencia de una Ley universal de acción y de reacción, como se enseña con sencillez y claridad en el Bhagavad Guita, fragmento del milenario Mahabarata indo, al indicar que “el Universo está en constante actividad y nada en él puede sustraerse a la ley general”. De estas ideas puede deducirse que existe una profunda relación entre nuestras acciones y el efecto que ellas tienen en nuestro entorno e, incluso, a veces, más allá de él. En otras palabras, somos artífices de nuestro propio destino. Sin duda, en el destino hay una suerte de predeterminismo, pero no un determinismo ajeno, sino un futuro marcado por nuestros propios actos.

Faras de Ptamos

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POR UNA UNIVERSIDAD PÚBLICA Y DE CALIDAD

Los abajo firmantes, miembros de la comunidad universitaria de Jaén y de la sociedad civil giennense, así como miembros de otras comunidades universitarias nacionales y extranjeras, rechazamos el contenido y la forma en la que se ha aprobado el Real Decreto-ley 14/2012, de 20 de abril, de medidas urgentes de racionalización del gasto público en el ámbito educativo que violenta  de manera flagrante el sistema universitario que hemos construido, con grandes esfuerzos, durante estos últimos años.

En su forma, se ha adoptado como un zarpazo del poder sobre el sistema educativo, sin haber tenido en cuenta ni mantener contacto con las propias universidades ni con sus legítimos representantes y en el fondo, su contenido debilita las bases históricas sobre las que se ha afirmado la educación universitaria en España, que dejará de ser “la alta casa de estudios” para convertirse en un sistema de enseñanza de bajo nivel académico.

El Real Decreto-Ley en cuestión afecta de manera directa a las universidades públicas y a la calidad de las mismas, pues utiliza el efecto torticero de reclamar una supuesta calidad basada en presumidos parámetros que no concuerdan con la realidad universitaria; como si aquellos que han redactado este Decreto desconociesen o quisiesen desconocer los verdaderos soportes intelectuales y académicos sobre los cuales se ha soportado la universidad española y, en particular, andaluza, durante las recientes décadas.

Por una serie de razones nos oponemos a la destrucción de las Universidades públicas y en particular a la Universidad de Jaén:

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