Juan Manuel de Faramiñán Gilbert

Juan Manuel de Faramiñán Gilbert

Decía un viejo filósofo que “en un mundo que evoluciona, el que no avanza retrocede”. Por tanto, todo ente vivo, y la Universidad lo es, al menos la Universidad por la que apostamos, necesita revitalizarse y cambiar.

Un Equipo rectoral y con más razón su Rector, debe saber estructurar los contenidos de su acción de tal forma que logren, valorando lo particular, potenciar el todo, ya que la Universidad es un modelo de conjunto. Dicho en otras palabras: tener en la mente el diseño de la Universidad como un todo. Podría decirse que un Rector debería ser un “buen arquitecto” y, por tanto, debe saber “diseñar”, sus Vicerrectores o Directores Generales deben saber “proyectar” y los Directores de Secretariados, los Jefes de Secciones, etc. deben saber “ejecutar”. Sin duda, no será despreciable que el futuro Rector haya sido, también, “cocinero antes que fraile” dado que la experiencia de los factores concretos no invalida, sino que enriquece, la función de diseñar.

Nos preocupa profundamente el proceso que somete a las instituciones a la inercia y al acostumbramiento, cuando con el pasar de los años van perdiendo las ideas motrices que pudieron tener en sus orígenes. La revitalización y el cambio se encuentran canalizados en el fermento de la imaginación. Como nos indicaron y con cierta nostalgia recordamos nosotros, que en mayo del 68 los graffitis de las calles de París hablaban de la imaginación al poder, y de esa capacidad de ver más allá, cuando al levantar los adoquines y ver que debajo había arena, dijeron: debajo de los adoquines está la playa, como queriendo con esta boutade recordarnos que el ingenio es otra de las grandes armas de la inteligencia.

Todos los días no pueden ser iguales. La nada no puede invadir nuestras conciencias, en una inercia de la que cada hora que pasa parece que es más difícil escapar. Volviendo a Francia, que no nos suceda lo que reflejó Luis XVI el día en que caía la Bastilla: “14 de julio de 1789: nada”. Y…, a veces, tenemos la sensación de que en la Universidad… nada.

Esta claro, por lo que acabamos de reseñar, que nos oponemos radicalmente a un modelo de Universidad autocomplaciente, olvidándose del entorno y del proceso de cambio permanente al que se ve abocada la sociedad en este comienzo de siglo.

Nos oponemos radicalmente a “dejarnos estar”, porque “las cosas son así, y es difícil cambiarlas”, de esa actitud sólo pueden surgir modelos adulterados, monstruosos y chabacanos que no superan jamás el rigor de los tiempos.

Mucho se ha hablado sobre la necesidad de potenciar en la provincia de Jaén los factores de desarrollo que le permitan solventar sus carencias, a veces históricas, y de las dificultades que los modos asumidos durante generaciones plantean para alcanzar la necesaria modernización. Sin embargo, Jaén ha demostrado estar capacitada para abrir nuevos caminos de progreso económico y social y hay que colegir que la existencia de su Universidad ha contribuido en buena medida a ello. Este es un criterio fundamental que no debemos olvidar los universitarios, en nuestro compromiso permanente con nuestro terruño.

Conciencia de progreso que se ha producido por la sinergia alcanzada a través de factores, en mi criterio, determinantes: una sociedad civil que comienza a organizarse de la mano de empresarios, sindicatos, partidos políticos, prensa…, junto a las Instituciones que parecen mostrarse decididas a desanquilosarse y promover los cambios necesarios, librándose de la inercia propia de las grandes estructuras. No quiero con ello aseverar que se ha alcanzado ya el punto de encuentro efectivo, sino simplemente apuntar que se está tomando conciencia de la importancia de unir voluntades en un proyecto común que es el desarrollo de Jaén; y es sobre ese plano de conciencia sobre el que deseamos reflexionar y trabajar.

En efecto, en la Universidad a través de su Consejo Social y del Plan Estratégico para el Desarrollo Económico y Social de la Provincia de Jaén, a través del Patronato de la Fundación Estrategias, en el que participan activamente la Universidad de Jaén y miembros destacados de la misma, confluyen los representantes de la sociedad civil y las Instituciones en una complementariedad útil para configurar las claves de nuestro futuro, donde el pensamiento y la acción se vuelven a unir.

En ambos casos, la idea que les aglutina es convertir a Jaén en un polo de calidad y en un referente de excelencia, para lo cual no queda más remedio que potenciar el desarrollo económico, la cultura y la solidaridad social, por citar sólo algunos de los ejes esenciales para cumplir con esos propósitos de mejora, donde la Universidad de Jaén es uno de los pilares fundamentales del progreso y del futuro de la sociedad giennenses.

Por ello pretendemos devolver a la Comunidad Universitaria de Jaén la ilusión que parece haber perdido y en particular a aquellos que crean que no se puede rehacer ni cambiar nada. Este va a ser nuestro leit motiv y el motor de nuestras esperanzas y de nuestro compromiso.

Como todo ente vivo, la Universidad de Jaén necesita revitalizarse buscando savia nueva, pero sin menospreciar la experiencia, siempre que esté dispuesta a ponerse a funcionar con nuevos bríos.

Es verdad que todo cambio requiere un importante esfuerzo, pero tenemos para nosotros que el esfuerzo hace crujir los huesos pero ilumina el rostro. Somos de aquellos que disfrutamos con los nuevos retos y el esfuerzo nos recarga, por eso te proponemos unirte a nosotros para que juntos operemos el cambio que la Universidad de Jaén viene reclamando.

Es preciso tener muy en cuenta algo que a veces parece olvidado: que la Universidad de Jaén tiene instalaciones, profesorado, estudiantes y personal de administración y servicios en la ciudad de Linares, por lo cual habrá que procurar una mejora sustancial de las instalaciones universitarias en dicha ciudad.

Dicen que el Universo es circular y las Instituciones que giran en su entorno no pueden mantener durante años una actitud lineal y reiterativa, pues como señalan las leyes de la física se alejan de la espiral ascendente. Nosotros proponemos un cambio notable, un giro copernicano.

Página web: www.juanmanueldefaraminangilbert.org